24 julio 2016

In the beginning

Siempre he sido una persona gordita y con tendencia a seguir engordando, aunque por suerte nunca he llegado a convertirme en alguien obeso. Sin embargo, debido a mi trabajo como profesora en un instituto, cada vez soy más consciente del aumento de peso entre los adolescentes españoles, y del tipo de comida que ingieren a diario.

De la misma manera, escucho comentarios de mis compañeros de trabajo que me llevan a volver la cabeza y preguntarme cuánto de cierto hay en aquello que dicen, y por qué.

No soy ningún gurú de la alimentación y mi formación académica no va tampoco en ese sentido, pero creo que sí soy una persona capaz de bucear en busca de la verdad científica, y de separar el grano de la paja. Al menos hasta que las nuevas evidencias me hagan replantearme de nuevo aquello en lo que creía.

Lo que resulta evidente es que las directrices dietéticas que nos hablaban de reducir drásticamente las grasas que ingerimos, no eran las correctas, las más adecuadas. En muchos casos dichas grasas, con la moda de los alimentos light, han desaparecido prácticamente de las dietas, pero los índices de obesidad han aumentado en la mayoría de los países del mundo, y en alguno de ellos incluso han llegado a doblarse. Es curioso, porque también se ha doblado el porcentaje de personas que realizan ejercicio físico de forma habitual.

Y los problemas empezaron hace unos 30 o 35 años. En Estados Unidos, en los últimos 20 años, se han disparado los casos de diabetes tipo II entre los adolescentes. Y el problema se repite en todos aquellos países que han adoptado la llamada dieta occidental. La de la comida rápida, que no necesariamente comida basura.

Porque es evidente que la comida basura es basura, y todos sabemos cómo evitarla. Así que ese tampoco es el problema.

¿Qué estamos haciendo mal? Porque es evidente que la situación actual no funciona.¿Por qué comemos alimentos etiquetados como sanos, seguimos las directrices que nos indican la Organización Mundial de la Salud y la FAO, pero los problemas de sobrepeso cada vez son más habituales? ¿Cuál es el error que estamos cometiendo? ¿Podemos hacer algo para arreglarlo, para volver al buen camino?

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