21 agosto 2018

Galletas Dinosaurus Cookienss: ¿qué llevan entonces?

De vuelta a los orígenes, ya que la lectura de su etiqueta fue uno de los motivos para empezar este blog, ayer me llamó mucho la atención el anuncio de unas nuevas galletas de la gama Dinosaurus de Artiach, que afirman ser "sin azúcares añadidos" y "sin edulcorantes artificiales". "Con fibras vegetales".





Cierto, hasta ahora el hecho de no echarle azúcar significaba reemplazarla por edulcorantes, con lo cual más o menos estamos en las mismas. Y en este caso la pregunta clama por sí sola y me lanza frenética a una búsqueda por Internet. ¿Y qué llevan entonces?





Pues lo dicho, "fibras vegetales 16%". Con lo cual me he quedado exactamente igual, porque no sé si le han echado el césped de la piscina, el algodón de las camisetas recicladas del año pasado o vete tú a saber qué. A mi entender "fibra vegetal" describe a cualquier cosa que provenga de una planta que no haya sido "exprimida". Y lo primero que se me viene a la cabeza son los hilitos esos que les cuelgan a los cocos.





¿A que parece que te están mirando y dan mucho yuyu? No me extraña que le pusieran ese nombre a la fruta porque les recordaba al hombre del saco. Sobre todos los de las esquinas sirven de escándalo como disfraz de Halloween. Y encima reversibles.  Tres expresiones faciales en una.

En fin, que según la etiqueta es verdad que no llevan "azúcar" ni "edulcorantes artificiales", pero seguimos sin tener idea de qué le han metido. Las setas venenosas machacadas también son "fibras vegetales naturales", oye.


, ¿qué tipo de fibras vegetales pueden usarse para endulzar? Se me ocurre la estevia, que está malísima, y en la red me soplan que el eritritol, el xilitol (ese es el de los chicles sin azúcar), el jarabe de yacón (espero que no le hayan echado eso, ver foto debajo) o la lúcuma. Que levante la mano quien sepa algo de alguno de ellos aparte de la estevia (que estuvo de moda durante un muy breve período de tiempo) o el susodicho xilitol.




Repito: ¿qué le han echado entonces? ¿Y cómo afecta ese "no sé lo que es" al metabolismo del azúcar y los picos de insulina?

La idea es buena. La ejecución: nefasta.



Referencias:
-) Lúcuma
-) "The Outsider", Stephen King
-) Coco




17 agosto 2018

Café con leche Hacendado

¿Y qué hay de la marca blanca por excelencia? Me acerco a la nevera-expositor y observo con deleite que tienen una versión "sin azúcares añadidos". Prácticamente lanzo al suelo la cesta con la compra, y eso que tiene ruedas y va rodando, y me tiro a por el vaso de plástico pensando que acabaré saliendo en los programas esos de zapping, entre caída y caída. "Mi reino por un café."




Pero, ¿esto es tan bueno como parece o me han echado un 48% de edulcorantes como hacen con los cereales? Media vuelta. Los clientes me miran de reojo preguntándose qué tipo de ataque está sufriendo la loca esta.




Bebida a base de leche y café. Ingredientes: Leche semidesnatada, 18% de café arábica...

18% de café. Del bueno. Creo que acabo de enamorarme.

Contenido elevado de cafeína. Pues de eso se trata, de que no vaya yo como un zombie por las esquinas, quedándome dormida con la tiza en la mano...

"No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia." Se les ha olvidado añadir "personas hiperactivas que se suben por las paredes y van dando saltos por las escaleras", así que me lo puedo tomar.

En cuanto al sabor... bueno, puede que sea porque estoy acostumbrada a la leche entera y a un café con menos cuerpo para no salir disparada cual cohete en dirección al sol, pero a mí personalmente no me gustó. Demasiado fuerte. Sí, es que en el fondo soy cafetera de los de mentira. Pero para una emergencia...



10 agosto 2018

Mochi helado Hacendado

Uno de los productos veraniegos que más éxito han tenido este año en la cadena de supermercados Mercadona es el mochi helado. ¿Y qué es el mochi?

"El mochi es un pastelito de arroz glutinoso molido en una pasta y después moldeado, que puede tomarse relleno o tal cual." Y al parecer está tan pegajoso que todos los años la palma algún que otro japonés cuando se le queda atrancado en la garganta. ¿Es que se los zampan a lo bruto de una sola vez?





"El Mochi Helado es un dulce de origen japonés elaborado con una masa blanda de arroz, relleno de helado y espolvoreado con almidón de maíz." Y que en Mercadona podemos encontrar en dos sabores: Mango y Coco. En bandejas de seis unidades por el módico precio de 2.65€





Yo sigo intentando "portarme bien" y quitarme de los helados. Intentando siendo la palabra clave. Porque, venga ya, estamos en verano, en vacaciones, hace calor aunque no se nos estén derritiendo las cejas y no puede pretender uno vivir de bocadillos de lechuga en pan de centeno. Así la tercera vez que bajé al Mercadona y vi que el 80% de la gente que iba por delante de mí en la cola de la caja llevaba una cajita de estas... y que algunos hablaban en susurros de ataques compulsivos de comedura de mochi... me picó la curiosidad. Primero se prueba y luego se mira la etiqueta, o seguro que los remordimientos me agarran por la garganta y soy incapaz de salir por la puerta.

¿Mango o coco? Coco, no me gusta el mango. Nunca me ha gustado el mango.

Así que aquí estoy yo después de comer con la bandejita de mochis en la mano, tan monos ellos (bueno, cuando los sacas de allí, porque al ser todo blanco la verdad es que los pobres, cual camaleón asustado, se mimetizan con el ambiente), cojo uno, le doy un bocado... y sí que tenían razón, esto está muy bueno y no puedes comerte sólo uno. De tres en tres acabaron cayendo.

Así que la siguiente vez que bajo al Mercadona, concienciándome de que soy lo suficientemente fuerte como para resistir la tentación y comérmelos de uno en uno, y que me van a durar una semana, y que algo tan chico no puede destrozarme el hígado y llenarme las venas de insulina... llego al arcón frigorífico y observo ensimismada que el ganador indiscutible es el mochi de mango, porque quedan dos cajas allí en el fondo, mientras que los de coco rebosan por todas partes. Lucha mental entre no me gusta el mango y esto debe estar buenísimo para que todo el mundo lo prefiera... me llevo el de mango, lo que en mi caso significa prácticamente tener que lanzarme dentro del arcón para poder pescarlo. Esto es un tipo de discriminación silenciosa que no sale en los medios de comunicación, la falta de banquetas en los supermercados para que los bajitos no tengamos que acabar a saltos, escalando estantes o boca abajo dentro de los arcones. Cualquier día me caigo dentro.

Y allí estoy yo de nuevo después de comer con mi badejita de mochis en la mano, tan monos ellos todos amarillitos... y les hinco el diente y... ¡no me gusta el mango! Na, que me tengo que dejar llevar por el rebaño como una oveja más sin tener criterio propio.

Y volví a por uno de coco y por suerte se me ha pasado ya el antojo y he vuelto al pan de centeno.

¿Y la información nutricional? He guardado las cajas para asustarme un poco.




Pues lo que era de esperar en un dulce helado: 31% de azúcar el de coco y 33% el de mango. Dado que, no sé si he comentado que no me gusta el mango ;), cada mochi contiene 11.2 gramos de azúcar y 91 calorías, así que salvo atracones, vamos bien. Verano, vacaciones, helado.



-) Mochi: el postre japonés que triunfa contra todo pronóstico

Tostas y tostadas: desayunos saludables

El pan es indistintamente "12 cereales y semillas (25% harina integral)" o "Integral (60% harina de trigo integral)" ambos de la marca Hacendado.


Tosta de pan integral, hummus, tomate negro y sal.





Tosta de pan integral, mantequilla de cacahuetes, plátano y canela (mi favorita)




Tosta integral de crema de queso con kiwi




Tosta integral de crema de queso con manzana y canela




Tosta integral de crema de queso y mermelada de tomate / arándanos / higos. En la foto, mermelada de tomate.




Tostada de pan de centeno integral con mantequilla (derretida, que no hace falta ponerla con un dedo de grosor para que esté ahí).





Media barrita integral tostada con aceite de oliva, tomate negro, sal y jamón serrano.





Tostada de pan integral con paté de salmón ahumado




Se admiten sugerencias.





08 agosto 2018

Dana Scully y el cornezuelo del centeno

Cuando yo era "chica", era una auténtica fanática de Expediente X. No me perdía ni un solo capítulo, los lunes por la noche a las diez en Telecinco (cuando todavía era una cadena que se podía ver). Recuerdo que esos días mi madre no me dejaba cenar en el comedor con el resto de la familia, porque ella era incapaz de llevarse nada a la boca viendo esas guarrerías, "¿cómo eres capaz de ver esas guarrerías?"




Así que me traía la cena al cuarto en una bandeja. Lo cual estaba genial, porque era como tener servicio de habitaciones, no me tocaba poner ni quitar la mesa, normalmente añadía cosas extras como un trozo de queso o aceitunas, y además, podía enterarme de dónde había salido el alien que había desangrado a las vacas en el campo de maíz durante la noche. Porque tratar de enterarse de algo en la tele con mi madre al lado... ni con los subtítulos superpuestos.

Anyway, recuerdo un capítulo que me gustó en especial (4x13, "Never again"), y si bien no soy capaz de poner los detalles en pie sí que recuerdo que Scully dejaba aparecer su lado más salvaje, se hacía un tatuaje, pasaba la noche con uno de los sospechosos...

No hace mucho he leído en alguna parte que durante el casting de X-Files buscaban a una Dana Scully del estilo de Pamela Anderson en "Los Vigilantes de la Playa", buena delantera y pocas luces, mujer florero de adorno junto al héroe, y entonces apareció Gillian Anderson, y los productores dijeron algo así como "ni de coña". Pero la química entre los dos protagonistas era tan intensa que tuvieron que claudicar. Así, Gillian convirtió a Scully en una científica de verdad, no un montón de carne. Algunos estudios afirman además que influyó enormemente en el hecho de que las niñas de aquella época decidieran convertirse en científicas, teniendo a Scully como modelo y tratando de seguir sus pasos.






Como digo, no recuerdo más que la idea general, pero la conclusión del episodio venía a ser que la tinta con la que le habían hecho el tatuaje estaba hecha a partir de granos de centeno, y estos estaban infectados por un hongo llamado cornezuelo, cuya ingesta puede producir síntomas bastante graves, entre los cuales se encuentran las alucinaciones.




Así que al final no sabías qué cosas habían pasado exactamente en el capítulo y cuáles únicamente en la mente de Scully por las alucinaciones provocadas por el hongo. O algo así.

¿Que me he equivocado de blog? Pues no.

En la Edad Media la inmensa mayoría del pan que se consumía se preparaba a partir de harina de centeno, que si estaba infectada por el cornezuelo podía provocar alucinaciones.




Y de repente tenemos una maravillosa explicación científica para toda aquella gente que tenía visiones y se les aparecía Dios y la Virgen y eran unos iluminados y unos santos. No, perdona, guapo, tú lo que estás es colocado.

 San Juan de la Cruz. Santa Teresa de Jesús. ¿Puede haber algo de verdad en la historia de sus vidas y sus proezas? ¿No eran más que las víctimas de una alucinación y el Dios que se les aparecía no era más que un efectos secundario de la ingesta de pan envenenado?

La única cura conocida consistía en acudir en peregrinación a Santiago de Compostela. Y funcionaba, oiga. La gente se curaba. ¿Por qué? Porque en el hospital les daban pan de trigo. Blanco.


Referencias:
-) "Never again"
-) Ergotismo


29 julio 2018

Pan I

Lo confieso. Soy adicta. Sí, al café, eso ya lo sabe todo el mundo, esa que llega a dar clase a las dos de la tarde con el vaso (térmico, de bambú, de fibra de trigo, rosa, a lunares, con doble cámara de aire, ¿pero tú cuántos vasos de café tienes? pues no sé, porque me los regalan, igual que los peluches...) y al pan.

Soy adicta al pan. Como Michael Robinson a los percebes.




Claro que no es plan de llegar a clase con la tostada escondida dentro de la tablet. Más que nada porque luego hay que quitar las manchas de aceite o de mantequilla de la funda...

Yo viviría a base de pan. Solo, a bocados, tostado, en bocadillos, con algo por encima, o por debajo. Si se pudiera desayunar tres o cuatro veces al día... ¿quién necesita una paella cuando tienes una tostadora?

Vale, se puede desayunar tres o cuatro veces al día. Como poder hacerlo... es un país libre. Pero a no ser que inventen las tostadas de ensalada de lechuga o de filete de trucha, la verdad es que no resulta muy recomendable a la hora de intentar llevar una alimentación saludable. Y no sólo por la falta de vitaminas o proteínas animales (que después de todo, ahí tenemos la venerable y venerada tostada de aceite, tomate y jamón, que cumple casi todos los requisitos anteriores), sino porque el pan ENGORDA.





Vaaale, como dice ese viejo chiste, el pan no engorda, engordas tú. Y mucho. Por mucho que necesitemos los hidratos de carbono de los cereales para poder seguir funcionando, si te pasas el día entero comiendo pan te vas a poner como una vaca burra.

Pero por suerte hay panes y panes, y una caloría no es siempre una caloría. Porque no es lo mismo un pan blanco reluciente que uno integral y negro, ¿verdad? He ahí la cuestión. Porque, ¿qué es más saludable para el espíritu, digo para el cuerpo, dejarse llevar por el paladar o tomar las armas de la información contra un mar de publicidad engañosa y, haciéndole frente, acabar con ella?

Por definición, el pan integral es aquel que se elabora con harina integral. 100%. Es decir, la harina que se obtiene cuando se muele directamente el grano de trigo, sin ningún proceso previo, incluyendo la cáscara o salvado y el germen de trigo. No es una harina refinada. ¿Cuáles son las ventajas de la una frente a la otra? Bueno, resumiendo en pocas palabras, el pan integral tiene un color feo y debido a esto siempre se ha asociado con las clases pobres de la población, frente al pan blanco y puro que sólo se podían permitir los ricos. Comer pan blanco, poner pan blanco en la mesa, era una señal de estatus social y poder económico, frente a los mendrugos esos "sucios" que comía la plebe, y que a menudo estaban hecho con harina de ¡centeno! Centeno, por Dios. Además, al eliminar la fibra se obtienen panes con fechas de caducidad más amplias.

Pero el pan integral es mucho más sano que el elaborado a base de harinas refinadas, por mucho que sea menos estético a la vista. (También alguien me dijo el otro día que las gambas peladas parecen gusanos y no por ello vamos a desterrarlos de nuestra dieta, menudos revueltos de espárragos y ajetes nos iban a salir, pero es verdad que son feas de narices). Mucho más sano porque contiene una mayor cantidad de fibra (sobre todo en sus versiones industriales). La fibra aumenta la sensación de saciedad (lo cual resulta especialmente interesante cuando uno tiene propensión a zamparse las rebanadas a pares o triples) y retrasa la descomposición de los hidratos de carbono en azúcares en el hígado, lo cual evita los picos de insulina en sangre. Pero a lo que voy. Llena más. Y el cuerpo necesita gastar más energía para digerirlo, por lo que en comparación engorda menos. Y para alguien con tendencia a convertirse en una foca de las regiones polares, que me como una aceituna y se me instala durante un año en las caderas, ya es razón más que suficiente para incluirlo en la dieta.

El problema principal es que, como ya he comentado en alguna otra ocasión, el pan integral que se vende ahí afuera no es integral. No por definición. Un alto porcentaje de ellos no se elaboran con harina integral, sino con harina refinada a la que luego se añade salvado de trigo en diferentes cantidades. A día de hoy, el Gobierno está en proceso de elaborar una ley que obligará a las empresas y panaderas a especificar qué cantidad de harina integral llevan los denominados "panes integrales", con lo que podremos encontrarnos etiquetas del tipo "pan 25% integral" o "pan 60% integral".

Pero, ¿qué podemos encontrarnos a día de hoy en el Mercadona de la esquina, que está ahí justo en la esquina y el sitio más adecuado para deambular por los pasillos en un ataque de aburrimiento?

Continuará...


Referencias:
-) Wikipedia: Harina de trigo
-) El País: Ley del pan integral





25 julio 2018

Kaiku Caffè Latte

Hace un par de días analizaba los valores nutricionales de la competencia, así que, ¿qué hay de este? ¿Es una opción mejor, peor, o se puede tirar directamente a la basura?

Kaiku Café Latte con crema



Lo primero que me llama la atención es que lleva leche entera, y un 17% de café arábica, que aunque esté preparado en agua, sigue siendo café del de verdad y no sucedáneo en polvito. ¿Cantidad de azúcar añadida? 3.5% (8% - 4.5% de la leche), que en un envase completo representan 8 gramos de azúcar o el equivalente a dos cucharaditas.

Precio: 1.19€

Vale, la cantidad de azúcar, aunque mucho inferior a la de otras marcas, sigue siendo un problema, pero aun así está dentro de lo que se considera un porcentaje bajo tirando a moderado.


¿Y qué hay de otras variedades? ¿Tienen una tipo cappuccino o con chocolate? Pues sí.

Kaiku Café Latte Cappuccino




Lo de "soy el toque dulce" ya me está haciendo rechinar los dientes". Veamos.




Ahora la leche es semidesnatada y el azúcar ha subido a casi más de un 5%, lo cual nos da un total de 12 gramos de azúcar en el envase. La mitad de la dosis diaria máxima recomendada.

Bueno, si no toma uno más azúcares añadidos a lo largo del día y no hay una cafetera y unos cubitos de hielo al lado...


Pero, atención, que tenemos caballo ganador. Café con leche, puro y duro.

Kaiku Café Latte sin azúcares añadidos. No soy dulce, ¿y qué?






Y el azúcar que contiene que es el naturalmente presente en la leche (4%-5%).


Referencias: