En 1980, el número de adolescentes con diabetes tipo II en Estados Unidos era 0. Cero.
A día de hoy ronda los 57000.
Deberíamos preguntarnos qué hemos hecho con nuestra dieta en estos 30 años para que de repente niños de trece o quince años sufran una enfermedad asociada a personas mayores con sobrepeso.
Porque es evidente que algo está fallando. Y mucho. Y no son las grasas, porque fue precisamente en 1980 cuando la OMS recomendó reducir drásticamente el consumo de las mismas. Y hasta entonces no existían esos problemas con la diabetes en los jóvenes.
Existían otros, como las enfermedades cardiovasculares por el exceso de colesterol en sangre. Pero esas siguen estando presentes a día de hoy, así que parece que vamos hacia atrás, como los cangrejos.
¿Y esto es lo que nos espera el resto de nuestras vidas?
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