08 agosto 2018

Dana Scully y el cornezuelo del centeno

Cuando yo era "chica", era una auténtica fanática de Expediente X. No me perdía ni un solo capítulo, los lunes por la noche a las diez en Telecinco (cuando todavía era una cadena que se podía ver). Recuerdo que esos días mi madre no me dejaba cenar en el comedor con el resto de la familia, porque ella era incapaz de llevarse nada a la boca viendo esas guarrerías, "¿cómo eres capaz de ver esas guarrerías?"




Así que me traía la cena al cuarto en una bandeja. Lo cual estaba genial, porque era como tener servicio de habitaciones, no me tocaba poner ni quitar la mesa, normalmente añadía cosas extras como un trozo de queso o aceitunas, y además, podía enterarme de dónde había salido el alien que había desangrado a las vacas en el campo de maíz durante la noche. Porque tratar de enterarse de algo en la tele con mi madre al lado... ni con los subtítulos superpuestos.

Anyway, recuerdo un capítulo que me gustó en especial (4x13, "Never again"), y si bien no soy capaz de poner los detalles en pie sí que recuerdo que Scully dejaba aparecer su lado más salvaje, se hacía un tatuaje, pasaba la noche con uno de los sospechosos...

No hace mucho he leído en alguna parte que durante el casting de X-Files buscaban a una Dana Scully del estilo de Pamela Anderson en "Los Vigilantes de la Playa", buena delantera y pocas luces, mujer florero de adorno junto al héroe, y entonces apareció Gillian Anderson, y los productores dijeron algo así como "ni de coña". Pero la química entre los dos protagonistas era tan intensa que tuvieron que claudicar. Así, Gillian convirtió a Scully en una científica de verdad, no un montón de carne. Algunos estudios afirman además que influyó enormemente en el hecho de que las niñas de aquella época decidieran convertirse en científicas, teniendo a Scully como modelo y tratando de seguir sus pasos.






Como digo, no recuerdo más que la idea general, pero la conclusión del episodio venía a ser que la tinta con la que le habían hecho el tatuaje estaba hecha a partir de granos de centeno, y estos estaban infectados por un hongo llamado cornezuelo, cuya ingesta puede producir síntomas bastante graves, entre los cuales se encuentran las alucinaciones.




Así que al final no sabías qué cosas habían pasado exactamente en el capítulo y cuáles únicamente en la mente de Scully por las alucinaciones provocadas por el hongo. O algo así.

¿Que me he equivocado de blog? Pues no.

En la Edad Media la inmensa mayoría del pan que se consumía se preparaba a partir de harina de centeno, que si estaba infectada por el cornezuelo podía provocar alucinaciones.




Y de repente tenemos una maravillosa explicación científica para toda aquella gente que tenía visiones y se les aparecía Dios y la Virgen y eran unos iluminados y unos santos. No, perdona, guapo, tú lo que estás es colocado.

 San Juan de la Cruz. Santa Teresa de Jesús. ¿Puede haber algo de verdad en la historia de sus vidas y sus proezas? ¿No eran más que las víctimas de una alucinación y el Dios que se les aparecía no era más que un efectos secundario de la ingesta de pan envenenado?

La única cura conocida consistía en acudir en peregrinación a Santiago de Compostela. Y funcionaba, oiga. La gente se curaba. ¿Por qué? Porque en el hospital les daban pan de trigo. Blanco.


Referencias:
-) "Never again"
-) Ergotismo


No hay comentarios:

Publicar un comentario