Stop. ¿Por qué debía de faltar ningún nutriente en la alimentación de un bebé?
Los expertos aconsejan que hasta los seis meses los niños se alimenten exclusivamente de leche materna, o en su defecto de leche adaptada, que debe contener los mismos nutrientes que la "original". Así que al bebé no le hace falta de nada. Y una vez que empiece a incorporar otros alimentos a su dieta (frutas, verduras, cereales, carne y pescado), sus necesidades nutricionales estarán igualmente cubiertas.
Claro que es más fácil endilgarles un yogur con dos galletas y quedarse tranquilo.
Según la Organización Mundial de la Salud, la cantidad diaria recomendada de azúcar para un niño de menos de dos años es de cero gramos al día. CERO. El azúcar ya viene incluida en los alimentos que consume, especialmente cereales y frutas. No necesita ninguna más. Para niños de hasta 14 años, la cantidad máxima recomendada es de 15 gramos, que equivale a unas tres o cuatro cucharaditas de azúcar.
Así que en el caso de un bebé... CERO. Los alimentos infantiles no deben llevar ningún tipo de azúcares añadidos.
Así que llega la hora de merendar y deciden (me niego a hablar en primera persona del plural, y no sólo porque no tenga hijos) darle a su bebé el último invento de Danone. Mi primer yogur. Especialmente indicado para bebés. De seis meses a dos años.
Vamos con la información nutricional.
Ingredientes: leche de continuación (leche, agua, almidón de maíz, leche en polvo desnatada (de verdad la leche tiene que llevar esas cosas?)), maltodextrinas (hidratos de carbono para hacer bulto), AZÚCAR, más almidón, y otras guarrerías.
En total tiene un 2% de azúcar (recordemos que la leche tiene un 4.5%, independientemente de que sea entera, semi o desnatada), así que en un yogur de estos el crío se está zampando 2.5 gramos de azúcar. ¿Por qué?
Porque así les van acostumbrando desde pequeños. Y seis meses es una buena edad para empezar.
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